Del otro lado del río

Camino por la rambla, esa que todos los que vivimos en Montevideo aprendimos a querer y disfrutar. Somos habitantes de una ciudad de cara al río que, cuando se ponen de acuerdo el cielo y el viento, podemos llegar a creer que es mar. Así de azul se ve el agua, que también tiene resabios de sal.

Alguien dijo una vez que todo depende del color del cristal con que se mire, y mientras camino me pregunto ¿qué cristal elijo hoy para mirar? ¿qué ojos?

Si me suelto y puedo imaginar con sutileza, me doy cuenta de que no son los mismos ojos los que miran con amor a un niño, con asombro a una flor o con desprecio la basura en una esquina.

Entonces puedo elegir mis ojos. Y puedo elegir qué mirar. Y cómo mirarlo.

Elijo ver a una abuela con su nieto en la sala de un museo, contándole cosas acerca de un cuadro y su autor. Se inclina a la altura del niño y juntos señalan partes de la obra. Yo disfruto con ellos.

Puedo ver las baldosas rotas de esta vereda que acompaña a la costa, o el precioso recorrido al borde de ese pedacito de río-mar cubierto de veleros y las gaviotas que se divierten volando entre sus mástiles.

Se me hace tarde. Subo al auto y no puedo evitar sentir el ruido y el humo de los escapes de los vehículos en la calles. Puedo incomodarme ante esa realidad, o apreciar con optimismo que Uruguay sea pionero en Latinoamérica al avanzar en la incorporación de la tecnología del ómnibus eléctrico, que permite reducir el consumo de combustibles fósiles y evitar la generación de gases de efecto invernadero.

Miremos a quienes nos resultan inspiradores, y reflejan positividad, comenzando por la actitud con que recorren su camino. Formamos parte de una trama y cada acción individual tiene un efecto en el entorno, tanto físico como emocional. Seamos creadores y partícipes de una nueva realidad, basada en lo que creemos y sentimos, aunque esto no concuerde con el modelo hasta hoy hemos seguido. Desafiemos lo establecido, atrevámonos a asumir los riesgos que eso implica. Estamos frente a un nuevo paradigma, de nosotros depende qué hacer con él.

Podemos elegir qué mirar. Sepamos elegir.

¿Qué vas a mirar cuando termines de leer esta nota?

Adriana Cristante
buendiario.com

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