Dudas, comodidad, etc., y etc.
¿Te sientes demasiado cómodo en tus vacilaciones? Dudar es mucho más fácil que hacer. Dudando en cuanto a si podrás hacer determinada cosa, construyes un espacio cómodo y agradable en el cual esconderte, una excusa para no hacer el esfuerzo. Sin embargo, si continúas amontonando una duda sobre otra, pronto encontrarás que no ha quedado lugar para tus sueños, tus metas, tus ambiciones. Buscando refugio en la comodidad de tus vacilaciones te cierras a ti mismo a todas las posibilidades de tu vida. Después de un tiempo, hasta esa misma comodidad se desvanece, a medida que el arrepentimiento va tomando su lugar, arrepentimiento por oportunidades perdidas que jamás se volverán a presentar. Si no logras demostrar que tus dudas eran infundadas, ellas finalmente probarán que tenían fundamento y eran ciertas. No permitas que eso suceda. Levántate, ponte en marcha y haz que tus dudas parezcan tontas. Tan pronto como pongas manos a la obra, las dudas comenzarán a desaparecer. Cuanto más comprome