El día que me dí cuenta…

Si pudiéramos por un momento, frenarnos y despertar. Darnos cuenta de que necesitamos cambiar nosotros para que lo demás cambie… Empezamos con una viejo cuento: "Un pícaro y un tonto están en el cine." - Te apuesto diez euros a que el vaquero que monta el caballo blanco se va a caer - dice el pícaro. - De acuerdo - acepta el tonto. Cinco minutos más tarde, el vaquero se cae. - ¡Muy bien! - concede el tonto - ¡Ganaste diez euros! - Ya había visto la película - le confiesa el pícaro. - Yo también, pero nunca me habría imaginado que el vaquero fuese a caerse esta vez también - le responde el tonto. Pensemos: muy graciosa la esperanza del tonto queriendo mirar la misma película pero creyendo que -de repetirse- tendría un final diferente. Muy graciosa la esperanza, y muy tonto, el tonto…