“Por la lesión retomé el secundario y me casé...”

El delantero de Lanús, Diego Lagos, lejos de deprimirse por la seguidilla de lesiones, hace un curso de bachillerato a distancia; y ya que estaba contrajo matrimonio con su novia de toda la vida. “Era mi asignatura pendiente, la vida del jugador es muy corta y es necesario estudiar”.

A Diego Lagos le cambó la vida en menos de cuatro meses. El delantero de Lanús aprovechó un parate por lesión para retomar el secundario, terminar las materias que le faltan para recibirse y preparar su casamiento. Dice que nunca pensó en abandonar el fútbol y que su fe religiosa lo ayudó para seguir creyendo y lucharla día a día: “Gracias a Dios estoy atravesando el mejor momento de mi vida”.

- ¿Cuál es la fórmula para seguir adelante después de tantos problemas físicos?

- La fe es fundamental. Haber sufrido tantas
lesiones me hizo crecer mucho como persona. Tengo la convicción de que las desgracias pasan por algo y que hay que buscarles el lado positivo. La última operación en el tobillo me dio tiempo para pensar en mí y alejarme de la locura que es el fútbol. En medio de esa vorágine te hacen creer que si ganás sos un fenómeno y si perdés sos un muerto. Pero por suerte pude entender que la vida pasa por otro lado.

- ¿Se te pasó alguna vez por la cabeza el hecho de dejar el fútbol?

- No, bajar los brazos jamás. Estuve bajoneado mucho tiempo, pero esta lesión la tomé de otra manera. Podría haberme vuelto loco cuando veía que los chicos de mi categoría (Biglieri, Leto, Valeri, Fritzler) se iban a jugar al exterior, pero sin embargo me pone muy contento que a ellos les vaya bien. Sé que en algún momento me va a tocar a mí y por eso quiero tomarme todo con calma. ¡No puede ser que tenga menos de cincuenta partidos como titular! Tengo 24 años... Y hace siete que estoy en Primera. Una vergüenza, ¡je!

- Al menos te lo tomás con humor...

- Sí, obvio. Ya pasó la hora de lamentarse. Quiero volver a estar diez puntos como estuve alguna vez, recuperar mi nivel y volver lo más rápido posible.

- ¿Cómo surgió la idea de inscribirte y terminar el secundario?

- Era una asignatura pendiente en mi vida. La profesión de futbolista es muy corta y siempre es bueno estudiar algo. Estoy haciendo un bachillerato a distancia. Ahora tengo que rendir Formación Ética y Ciudadana ¡Y no entiendo nada!, pero si quiero ser alguien en el futuro, tengo que pasar este desafío.

- ¿Te cuesta mucho sentarte a estudiar?

- No siempre. Cuesta cuando se trata de alguna materia que sé que no me va a servir. Por ejemplo, las que tienen que ver con la política. Esas son las que menos me gustan.

- Bueno, a muchos futbolistas retirados les ofrecen cargos políticos...

- Si, pero eso no va conmigo. En un futuro me veo más ligado al fútbol. Me encantaría enseñarles a los más chicos todo lo que aprendí en estos años de jugador. Ser director técnico me gustaría...

- Te casaste hace poco. ¿En cuánto influyó el matrimonio para que hoy estés así de renovado espiritualmente?

- Mucho. Ninguna experiencia futbolística fue más hermosa que ese día. Mi novia quería casarse hace tiempo, pero yo necesitaba esperar el momento justo. Y el último Día de los Enamorados la llevé a cenar a un lugar romántico y le propuse matrimonio.

- ¿Cuánto hace que no salís a bailar?

- Bastante. Todo este tiempo estuve muy ocupado con el estudio y con los preparativos del casamiento. Soy muy feliz con la persona que tengo al lado y por eso no necesito frecuentar algunos boliches en los que las mujeres ven a un futbolista y en seguida se mandan a la búsqueda. Trato de mantenerme aislado. De hecho, a mi mujer la conocí cuando vivía a la vuelta de mi casa. Ella es cuñada de Mauricio Romero, que también jugó en Lanús, así que quedó todo en familia. Ahora quiero volver a jugar, se lo prometí a ella y el día que vuelva va a ser la mujer más feliz. Espero que Dios me acompañe.

- Se te ve una persona muy creyente...

- Sí, siempre lo fui, aunque hubo un antes y un después en mi vida cuando Diego Valeri me regaló el Nuevo Testamento. Me acerqué mucho a Dios y pude sacarme todas las dudas que tenía en cuanto a la religión.

- ¿Y a qué conclusión llegaste?

- Que Dios está primero que todo. Gracias a El hoy me estoy recuperando de esta lesión que me tiene a mal traer... Y gracias a El voy a volver a Primera.

LEANDRO CONTENTO - Olé

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