Hábitos


Para comenzar digamos que las actitudes en las personas son el resultado de hábitos adquiridos en el transcurso de sus vidas que son obtenidos por una práctica cotidiana. Hay gente que siempre vive preocupada, nerviosa, tensa o bien a la inversa, desconociendo que esto es producto de hábitos formados por ellos mismos. Si se pasa mucho tiempo concentrándose en lo malo y no en lo bueno, estos patrones negativos van a impedir disfrutar de nuestras vidas.
Toda persona tiene hábitos, estos no se traen de nacimiento, son algo que se adquieren y pueden ser buenos o malos.
Los hábitos se adquieren por repetición de actos iguales o semejantes imitando a padres o a quienes les rodean. Por eso es muy importante tanto lo que hacemos como también lo que adquirimos de otros porque con el tiempo se pueden establecer en uno como en los otros.
Por eso que lo que practicamos en nuestro diario vivir puede manifestar tanto el éxito como el fracaso; una vida positiva o negativa; disfrutar cada día o esperar que cada día pase.
La palabra de Dios declara cómo adquirir buenos hábitos, no solo para que nos vaya bien a nosotros, sino para que podamos influir de una manera correcta en la sociedad, que podamos establecer un modelo a imitar y que se pueden cambiar hábitos sin importar el tiempo que haya vivido con ellos.
Hay frases que recitan "yo soy así, nadie me va a cambiar", o bien, "soy así, no voy andar cambiando ahora"; debemos entender que no hay edades, ni épocas para cambiar mientras haya tiempo para hacerlos, todo pasa por una determinación. Hay personas que cuando se le pregunta como andan dicen "mal pero acostumbrado", quiere decir que se ha acostumbrado a una mala forma de vivir; se puede decir "no sabe las cosas que pasamos", "la familia que tengo", ó "donde nací"; pero debemos entender que lo que nos rodea no puede determinar nuestros hábitos y forma de vivir, por eso que no debemos resignarnos a vivir por debajo cuando podemos vivir en un nivel superior.
Nadie va a cambiar un hábito mientras no entienda que lo que practica no es correcto, por eso que la Palabra de Dios nos habla cómo hacer y andar en lo correcto.
Es muy importante lo que pienso porque me va a llevar a practicar, y lo que practico de continuo crea hábitos.
Fil. 4:8-9 nos habla en qué debemos pensar o considerar. La palabra pensar significa "estimar, hacer inventario, guardar, tener por cierto", también, "inclinar el pensamiento". Cuando nuestra mente se inclina a lo correcto, o estimamos, o guardamos lo correcto, vamos a tener resultados positivos.
Hay gente que por tener hábitos de pensar incorrectamente nunca puede ver lo bueno, como tampoco puede reconocerlo, ha incorporado un patrón de pensamiento que solo reconoce lo malo. Siempre ve lo negativo, se lo pasa desconfiando y nunca cree que algo bueno le puede suceder, siempre ve un impedimento en una oportunidad analizando los obstáculos y no la oportunidad en sí; han creado un mecanismo de defensa que impide que lo bueno le pueda suceder y es porque ese mecanismo fue creado por un hábito de pensar negativo y este tipo de hábito es perjudicial no solo para la persona, sino también para los que los rodean.
Por eso en el verso 9 del texto previamente citado dice "practicar y el Dios de paz estará con nosotros"; Dios se va a manifestar como el Dios de la abundancia, de la prosperidad, llevando un completo bienestar a la persona que lo hace.
Vivimos en un mundo donde los hábitos son cambiados porque las creencias están cambiadas, por lo tanto se practican cosas cambiadas tanto que llaman las cosas buenas, malas, y a las malas, buenas. Han creado hábitos incorrectos que para mucha gente son comunes sin darse cuenta que se están desgastando.
Cuando la Palabra de Dios habla de "en esto pensad" está diciendo "en esto determiné". No es para mejorar los viejos hábitos, sino para cambiarlos. Por eso que la Biblia nos lleva por un camino más excelente formado por hábitos correctos generados por la práctica de ella (Palabra de Dios).
Todos o por lo menos la mayoría de las personas quieren conocer a Dios, experimentar su presencia o estar con Él, pero debemos entender que el reino de Dios requiere que se adopten principios y leyes espirituales, dado que es espiritual y no se puede andar en este reino con otro tipo de leyes que no sean las establecidas por Él, o bien hábitos cambiados o naturales. En otro lugar de la Biblia, el libro de Deuteronomio 11:18-22, vemos que Dios estableció un modo de vivir con hábitos diferentes y resultados diferentes.
Por eso que hábitos son cosas que se hacen sin pensar, ya son parte de la persona y no tienen que andar pensando si lo hacen o no. De la misma manera tendríamos que adoptar los principios que Dios ha comunicado, llegando a un punto que no se tendría que detener a pensar si se hace o no.
Querido lector la Palabra de Dios (lo que usted conoce como “La Biblia”) es la voluntad de Él para nosotros y en la medida que la incorporemos crearemos hábitos de pensar bien, de hablar bien, de actuar bien, de esperar y obtener lo mejor.
Es ilógico que tengamos malos hábitos como pensar mal, hablar mal, tener malas actitudes y esperar buenos resultados; como también es ilógico que nos llenemos de buenas noticias de la Palabra de Dios y tengamos malos resultados.

Pastor Daniel Montero
[Casado con la pastora Nora, y padre de dos hijos, el pastor Daniel Montero sirve en la iglesia Cosecha Mundial, en la ciudad de Olavarrìa, Argentina. Actualmente forma parte del ciclo "Hombres un bien necesario", programa de radio que sale cada lunes, miércoles y viernes por Red Visión Radio; y es a su vez, pastor principal de hombres]

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