Al detalle


Ser detallista es muy bueno en todos los ámbitos, pero en demasía se interpone entre nosotros y nuestra capacidad de disfrutar de nuestro entorno a pleno.

Estás pendiente de todos los detalles. En tu hogar, la pulcritud y el orden son moneda corriente. En tu trabajo, te destacas por recordar números, nombres, fechas, por encontrar cualquier documento apenas lo necesitas o te lo solicitan, por estar al tanto incluso de temas que les conciernen a otros.

Recreas esta exigencia en tus hijos, a quienes ayudas o enseñas a tener sus cuadernos prolijos y al día y de quienes cuidas sus modales en la mesa y fuera de ella, al extremo. Y también la recreas en tu pareja, ya que piensas que es lo mejor para él/ella en lo individual y en lo que les atañe a los dos juntos y como familia.

Pensándolo bien, en ningún momento piensas que te juegue en contra; más bien, consideras este rasgo de tu personalidad como una de tus virtudes.

Pero como todo en demasía, el ser extremadamente detallista conlleva una gran desventaja: no poder disfrutar de lo que se te presenta, ya que siempre encuentras defectos o vacíos en todo, lo que te genera una frustración constante. Algunos ejemplos:

. Ves errores en todo y, cuando se trata de algo hecho por ti, te sientes muy mal e incluso te angustias/culpas por no alcanzar la perfección que desearías

. Algo desarreglado o fuera de línea (un cuadro torcido o un color que no combina perfectamente, por ejemplo) puede llegar a incidir en tu humor

. Nadie llega a cumplir con tus expectativas

. A cada plato de comida, por más rico sabor que tenga, le faltaría “algo” para que sea realmente delicioso o esté muy bien presentado

. En vez de disfrutar un tapizado nuevo de un sillón o de un auto, te concentras tanto en una pequeña manchita o imperfección de la tela que te provoca malestar y el resto se desdibuja

. Una pareja fiel, confiable, que te hace feliz pero que hace o dice algo que te molesta (cosa 100% lógica y humana, ¡es imposible agradar a todos en todo!) te hace dudar de si es efectivamente “la” persona o si has elegido bien

¿Qué hacer?

Si eres una persona excesivamente detallista

Mira lo general y no lo particular: considera a tu compañero/a en su totalidad, en el conjunto de conductas y en su trato en general hacia ti y no te quedes rumiando sobre un pequeño gesto o una frase poco afortunada. Otro ejemplo: si tienes una casa o un apartamento nuevo, no vivas lamentándote de que el lavadero es muy pequeño o no está sobre la calle que deseabas, haz una lista de todas las ventajas que te ofrece y siente el placer genuino que te aportan.

Relájate y acepta que lo perfecto no existe y que es común cometer errores y aprender de ellos

Piensa si es una conducta heredada o imitada de alguien de tu familia… puedes conectarte igual con la esencia de esa persona sin necesidad de copiar un rasgo que no te permite gozar de la vida al máximo.

Si estás al lado de alguien extremadamente detallista

No dejes que su obsesión modifique tu forma de desenvolverte: si le das el gusto, te planteará otra situación y otra más… su exigencia no tendrá fin. Pon límites claros y explica que solo eres un ser humano con debilidades y fortalezas, como él/ella, como todos

Explícale y enséñale a ver y a percibir la totalidad, no tan solo un hecho aislado. Es un comportamiento que puede aprender, para su propia tranquilidad ¡y la de quienes lo rodean!

¿Eres demasiado detallista? ¿De qué manera influye en tu y en los demás?


Por Merlina Meiler
MejoraEmocional

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